Hablamos sin apuro, como si la eternidad nos perteneciera; corremos jugándole apuestas al reloj, como si el tiempo nos perteneciera; y nos atamos a un querer demasiado tirante, como si aquella persona nos perteneciera.
Así, hay tantas cosas que son verdad aunque no se las vea... como ese acto de olvido del egoísmo humano transformado en don, el único de esta tierra. Pacto sagrado, conjunción de manos... ese gesto de olor dulce librado al azar, la Amistad, que no hay vaivén ni tropiezo que la destruya.
Desde que aterrizamos en este lugar absurdo, ridículo y hermoso, nos urge esa necesidad de derribar el muro que nos separa del mundo y de los otros, y des-cubrimos que, paradójicamente, con nuestros ojos podemos ver todo, salvo a nosotros mismos.
Algo chisporrotea en el alma y nos hace reaccionar... necesitamos un espejo.
O alguien que nos espeje y nos refleje, que nos muestre quiénes somos.
[Identificarse con alguien, en un gesto, una mirada o una canción, es el primer paso para construir nuestra propia identidad]
(... "Y pensábamos en esa cosa increíble que habíamos leído, que un pez solo en su pecera se entristece, y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento"... Ay queridísimo Julio, qué exacto es!).
Por una serie de circunstancias y casualidades, se entrelazaron las tramas de mi guión con la historia de este personaje, que fiel a sus instintos, atropella y desquicia todos los principios de la sociedad, combinación química de las razas que alimentan su andar.
Arquetipo enorme que sabe dónde va y qué quiere, que sale de la huella y abandona el camino seguro, y por esa razón, el destino se achicharra y empequeñece ante su grandeza.
Se nutrió y creció con el aporte inmigratorio de un Enano, de un Mono, de un ferviente lector, de esta loca que escribe... y nunca dejó de ser idéntico a sí mismo
(ni olvidó sus orígenes, ni mutó su esencia).
Avanza y es valiente, porque avanza a pesar de tener miedo y aunque no existan garantías, y se va adentrando en lo incierto
(el tesoro atrae, y el abismo es desafío)
con esa magia donde es conejito de indias y experimentador simultáneamente.
Es dadivoso de ternura y suplicante de ella,
es energía cinética a tiempo completo,
sube y baja, viene y va
pero casi siempre acabamos por encontrarnos y nos reímos como locos,
y yo, en silencio, pienso que tranquila me siento al ver (una-vez-más) que no se deja domesticar
(el también es partidario de creer que si uno lo hace, corre el riesgo de llorar un poco).
Entonces lo respeto. Lo respeto por esa facilidad para barajar y dar de nuevo en el segundo exacto,
y sobretodo, porque resiste a pesar del viento, resiste con los pies en la tierra y la mirada siempre arriba.
(Las palabras provocan inquietud, sabe que si llora, riega, y entonces, tal vez, algo florece)
Entonces lo admiro. Lo admiro porque la muchedumbre cultiva y cosecha, y nadie encuentra lo que busca. Lo admiro porque, a contramano, el está ahí sentadito felízmente, entre orden y desorden, sintiéndose bien por esa manera de no hacer las cosas como hay que hacerlas.
Y si un día siente que la vida perdió su encanto, o que somos nosotros los que perdimos el gusto por ella,
le voy a gritar fuerte desde Lanús a Guillón,
Dale Negro, vayamos a patear el sol, que el único límite es el cielo.
Felíz día ,
te quiero muchísimo
Cada cual tiene un trip en el bocho ... acá va el mío. Soy una persona común (o no tanto), contando su vida (o la construcción de la misma)...
[...] - El Mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
julio 22, 2010
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E L L A
... Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es un mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts ...
ey usted viajeraaa como dice que le va
ResponderEliminarlinda entrada, estas volviendo a la inspiracion?
abrazo para voce
Re linda esta entrada!
ResponderEliminarUn beso.
che lo encuentro medio nostalgico al tema, pero bueno me gusta :D
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