No soporto el colectivo lleno ni me aguanto el smog. Me sofoca el tumulto de gente de un boliche y me ahogo estando encerrada.
Odio todos los programas de la tele, me molesta tener que usar ropa de moda y no entiendo cómo la gente no disfruta de quedarse en su casa leyendo un libro.
Me incomoda hablar de plata y me irrita la clasificación de personas de modo superficial.
Detesto seguir horarios: prefiero comer cuando tengo hambre y dormir cuando aparezca el sueño (que casi nunca pasa, pero esa es otra historia).
La rutina me afecta tanto como una mentira y preferiría no estar atada a nada.
¡Eureka!
Nací en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
Cada cual tiene un trip en el bocho ... acá va el mío. Soy una persona común (o no tanto), contando su vida (o la construcción de la misma)...
[...] - El Mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
agosto 10, 2010
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E L L A
... Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es un mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts ...
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